1. Lave las toallas antes de usarlas por primera vez para que sean más absorbentes y suaves.
2. Utilice detergente líquido y evite el uso de suavizantes, ya que pueden causar acumulación en las fibras de la toalla y reducir su capacidad de absorción.
3. Lave las toallas con agua caliente para desinfectar y eliminar cualquier bacterias.
4. Los colores claros y oscuros deben ser lavados por separado para evitar que los colores se mezclen.
5. No utilice Cloro o productos blanqueadores fuertes en las toallas, ya que pueden dañar las fibras y decolorarlas con el tiempo.
6. Cuide la carga de la lavadora para no sobrecargarla y evitar que las toallas pierdan su forma y absorción.
7. Séquelas en la secadora a baja temperatura o al aire libre, asegurándose de que estén bien secas para evitar la aparición de moho y olores desagradables.
8. Evite el uso de planchas, ya que pueden quemar y dañar las fibras de la toalla.
9. No las deje en remojo durante largos períodos de tiempo, ya que esto puede debilitar las fibras y hacer que las toallas se desintegren más rápidamente.
10. Guarde las toallas de forma ordenada y ventilada para evitar la aparición de moho y humedad.
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